El foro de la T.I.A.

[Sadlymistaken]

Hola a todossss
Hace dos años realicé en el foro un concurso de relatos, y agradecido por la aceptación, y maravillado por vuestros dones litúrgicos, he optado este CURSO.. (jajjaa, suena bien decir curso en vez de AÑO a veces) en que esta vez realicemos un relato entre todos.

La dinámica es fácil. El siguiente forero que quiera postear aquí, tan sólo tiene que seguir... continuar... alargar la historia... HABIÉNDOSE LEÍDO el resto de posts... claro...

Me gustaría sin embargo puntualizar las pocas reglas que creo conveniente formular, y espero se acaten
- No derivar la historia hacia algo SEXUAL tipo "Y entonces se tocó..." o "se bajó las bragas y se dió cuenta que ya era mujer" etc...
- No derivar la historia hacia algo POLÍTICO "Miró con desdén a su primo, que tenía pinta de Facha y a su prima la perroflauta" "El alcalde era un corrupto de narices.."

Podéis dar vuestro toque "de Terror" , "De Fantasía", "Romántico o Erótico", "De aventuras"...

EL RELATO FINALIZARÁ el día de la LOTERíA NACIONAL DE NAVIDAD. El 22 de Diciembre... en cuanto salga EL GORDO (si es que este año es el 22... )
Edito: ESTE RELATO YA HA SIDO TERMINADO, GRACIAS A TODOS LOS FOREROS QUE HAN DEDICADO SU TIEMPO E IMAGINACIÓN PARA QUE PASEMOS UN BUEN RATO.

ase62, Jota 33, Pitufo palomo, blindrulo y Goe.

Comenzamos:



Luchy tiene un secreto

Luchy tiene un secreto

Luciana, una niña de 10 años, muy dicharachera, presumida y respondona, a la que todos llaman Luchy, ha pasado todo el verano en la casa de sus abuelos. Viven junto a un pantano y un campo lleno de flores y Luchy, de tanto jugar al aire libre se ha puesto muy morena.No quiere para nada que dentro de dos semanas vuelvan sus padres a por ella para llevarla de nuevo a la rutina de la ciudad, de vuelta al colegio, de vuelta a la aburrida vida de niña enclaustrada en un colegio de monjas. Luchy, ha encontrado la solución este verano, Luchy sabe qué hacer para remediarlo, Luchy tiene un secreto...

..., Luchy tiene un secreto que aún no ha contado a nadie: cuando sus padres vengan a por ella no la encontrarán. Durante las dos semanas que Luchy ha pasado en compañía de sus abuelos ha construído su propia cabaña en un claro del bosque que hay cerca del pantano. Allí se ocultará el tiempo que sea necesario para pasar desapercibida. La pequeña ha pensado en todos los detalles y no ha pasado por alto que durante su estancia en la cabaña necesitará saciar su hambre por lo que ha ido recolectando suficientes almendras y nueces para aguantar en su pequeño refugio durante unos días. El arroyo que baja de la montaña y pasa junto al claro le servirá para aplacar su sed...

Después de un duro día de recolección y planificación, Luchy llega a casa bastante más tarde que de costumbre, y la abuela la asalta a preguntas en cuanto la ve entrar por la cocina:

Abu: pero Luchy, pequeña endemoniada, ¿donde te has metido durante todo el día?

Luchy se asustó y notó como un sudor frío le recorría la espalda. Por un momento se quedó en blanco, pensando que los Abus sospecharían algo, y muy asustada respondió lo primero que se le ocurrió:

Luchy: es que me encontré con Diegito, y fuimos al pantano a bañarnos y jugar.

Abu: ¿Qué? Pero si ha venido Gerardo a buscarte, y ha dicho que te buscó por todas partes y no te encontró ... Bueno, da lo mismo; límpiate rápido, que está Gerardo en el salón esperándote, y dice que tiene una sorpresa para ti...

Gerardo es uno de los mejores amigos de Luchy. Vive en el pueblo próximo a la casa de campo donde viven los abuelos de ella. Gerardo tiene la misma edad que Luchy, 10 años, y ambos son de estatura similar pero Gerardo está mas regordete, o como diría su madre, es de huesos anchos. A diferencia de Luchy, no le gusta mucho estar al aire libre y las flores por culpa de su alergia primaveral. A finales de verano, se encuentra más calmado de su alergia pero cuando respira por la nariz siempre suena algún moco que sube y baja.

Cuando Luchy entró en el salón se encontró a Gerardo con una sonrisa de oreja a oreja mientras le enseñaba con las manos un Don Miki. Su padre había vuelto hoy de la ciudad y le había comprado varios tebeos. A Gerardo le entusiasman los tebeos.

La abuela invitó a Gerardo a cenar junto a ellos y éste aceptó encantado. Tras la apetitosa cena, los dos niños se pusieron a leer juntos el Don Miki.
En un momento en que los abuelos no les miraban, Gerardo preguntó a Luchy:
- Luchy, ¿de verdad que te vas a esconder en el bosque para no ir al colegio con las monjas?
- ¿Cómo lo has sabido? - preguntó Luchy con cara de asombro - . No se lo he contado a nadie.

Gerardo mostro una leve sonrisa en su boca como respuesta.

Gerardo: Puedes salir de casa sin que tus abuelos te vean?

Luchy: Creo que si. pero no has respondido a mi pregunta

Gerardo: A media noche te espero al otro lado del bosque junto al Viejo Arbol, tienes que verlo.

Luchy: ¿El Qué?

Gerardo: Si te lo digo no me creerias, tienes que verlo por ti misma. Y entonces sabrás como me he enterado.

Gerardo se fue y Luchy se quedó toda la tarde pensando en la misteriosa conversación de Gerardo. ¿Qué quiere enseñarme? ¿Qué es lo que quiere que vea? He recorrido el bosque de arriba a abajo y no he visto nada fuera de lo común.

Divagó toda la tarde sobre el asunto y aunque estaba casi segura de que no sería nada importante, la curiosidad venció la lucha y subió a su habitación para prepararlo todo y salir a hurtadillas después de cenar mientras el abuelo se entrenía limpiando y preparando la escopeta para la caza y la abuela se entrenía en la cocina.

Cuando se sentó en su cama, Luchy se dio cuenta de que tenía uno de los tebeos de Gerardo entre las manos. "Qué raro", pensó, "no me di cuenta de que me había subido este número". (Luchy llamaba "números" a todos los tebeos; la verdad es que era muy buena en matemáticas).
Era uno de esos tebeos para gente mayor, en blanco y negro y con dibujos muy feos. A Luchy le parecía muy raro que los padres de Gerardo le compraran estas cosas, pero ya estaba acostumbrada: los padres de Gerardo eran muy siniestros, y nunca hablaban con ella, ni la invitaban a comer ni nada, como hacen normalmente los padres de otros niños.
Luchy estaba un poco atemorizada porque su abuela viese el tebeo, pues estaba segura de que no lo aprobaría. Le echó un vistazo a la portada, muy segura de que no lo iba a leer, y ya mirando por la habitación un sitio para esconderlo: "El fantasma de los ojos rojos" rezaba la portada, y se veía una figura sombría, de la que destacaban unos ojos rojos brillantes. En primer plano se veía también un niño corriendo asustado, con los ojos mirando de reojo a la terrible figura.
Antes de darse cuenta, Luchy estaba leyendo el horrible tebeo, aunque leer no es la mejor expresión, ya que no entendía ninguna de las frases que leía. Simplemente miraba los dibujos, y leía las palabras que aparecían en los recuadritos (este tebeo no tenía bocadillos, como los tebeos que a ella le gustaban).
Pasó la primera página, y se veía al niño corriendo por los callejones de una ciudad, de noche. En el último cuadrito, el niño tropezaba y caía en un charco, manchándose las manos, el pantalón y la cara: parecía como si estuviese llorando. De repente pareció como si una sombra pasara por delante de la ventana de la habitación, y Luchy se sobresaltó asustada, dando un pequeño grito ahogado.
Entonces abrió los ojos y se dio cuenta de que se había dormido. El tebeo aún estaba en su mano, sin abrir, y las cortinas de la ventana estaban corridas, por lo que nada se podía ver a través de ellas.
Al instante, Luchy miró el reloj despertador que tiene en la cómoda, y vió que ya eran las doce y media. Si salía ahora de casa, llegaría muy tarde a su cita con Gerardo, y seguramente él ya no estaría. Además, llegaría terriblemente tarde a casa.

De pronto Luchy comenzó a escuchar la voz de una pareja de adultos que le resultaba tremendamente familiar. La conversación se escuchaba cada vez más cerca. No tardó en identificar su tono. Sin lugar a dudas se trataba de sus padres, que acababan de llegar de la ciudad para buscarla.

Tan pronto Luchy escuchó el timbre de la puerta saltó de la cama y se acercó a la ventana de la habitación. Trató de abrirla con todas sus fuerzas. Cuando la ventana estaba suficientemente abierta cogió su mochila y, después de otear a ambos lados de la ventana para asegurarse de que nadie la veía salir de allí, dió un salto y echó a correr en dirección al bosque hacia su pequeño refugio. Ya no tenía tiempo para llegar a su cita con Gerardo...

asi que lo mejor sería escabullirse para no ser vista corriendo campo a través, pues trotar por el camino que dirigía al bosque podría resultar en un encontronazo con alguien, y no quería que la pillaran. Pronto Luchy consiguió un buen ritmo, cada vez más lejos, ya nadie podría verla. Para sus adentros no paraba de pensar en qué había podido pasar, hablaba consigo misma:

- ¡¡Pero que hacen aquí mis padres tan pronto!! ¡¡Qué fastidio!! ¡¡He tenido que salir corriendo con estas ropas!! ¡¡Y sin haber tomado más pilas para la linterna!! ¡¡Ha debido de pasar algo!! ¡¡Seguro que la remilgada de mi madre, me ha inscrito a un curso aburrido de los suyos y por eso me han venido a buscar antes!! ¡¡Curso de piano, de arpa o peor aún de flauta esperpéntica!! ¡¡Ni loca vuelvo!! ¡¡No!! ¡¡Tengo que llegar a mi escondrijo lo antes posible!! ¡¡Allí estaré tranquila!!

Pasado el campo de flores, comenzaba el soto bosque. Luchy deceleró, ya se sentía más segura. Con la gris luz que alumbraba la luna, no necesitaba de momento la linterna. Sofocada de tanto correr, inspiraba e expiraba muy profundamente aun faltándole aire. Sentía sus mejillas ardiendo, y sus pulsaciones a mil.

- ¡¡Y ese Gerardo!! ¿Quién rábanos se habrá chivado de mis intenciones? ¿Qué querría mostrarme? ¿Y por qué por la noche? Ese chico es muy intrigante. Aunque para intrigante ese sueño que he tenido. ¡¡Pero quien me manda a mí leer ese tipo de tebeos!! ¡¡Si a mi lo que me gusta es desternillarme con tebeos de risa!! En cuanto le vea mañana, se va a enterar. ¿Querría presentarme a quien se lo contó? ¿Por la noche? No, no, no. No tiene sentido. Seguramente sería otro chico del pueblo, y juntos querían pegarme un buen susto escondíéndose con alguna careta o con algún animal... Deben haberme estado espiando toda la semana, y los muy cotillas se han enterado de todo.

Luchy, que andaba por inercia, pues se sabía el camino a su escondrijo a la perfección, no se percató de que ya había llegado a la altura del comienzo de los árboles grandes. Abetos, castaños y muchísimos arbustos a su alrededor opacaban la luz de la luna. Envuelta en la oscuridad seguía caminando pensando en si había podido olvidar meter algo más en su mochila...

Nueces, avellanas, chocolate, y todas las galletitas saladas que pudo sisar sin que la abuela se diese cuenta. Seguro que tengo todas esas proteínas de las que mami siempre habla: proteína esto, proteína lo otro, hay que comer mucha proteína porque blablablalbla, ...buf, qué pesada!!! A ver, la linterna, un pequeño cazo por si quería calentar agua, y ese librito de Supervivencia en el Bosque, que el abu guardaba en la biblioteca. Cuando vio el libro en la biblioteca, pensó que teniendo ese libro, no habría problema para sobrevivir en el bosque: se imaginaba que sería como una aventura, todo el día siguiendo rastros y encontrando plantas maravillosas que hacían la vida más fácil. Se imaginaba que tendría animales como amigos, que le avisarían cuando se acercaba el peligro, o donde encontrar comida, y además, si le picaba algún bicho o algo, en el libro encontraría el remedio para curarse ella sola, sin tener que tomar pastillas y estar todo el día en cama. Con este libro no tendría ningún problema, pensaba Luchy, y la vida será mucho más fácil y divertida.

Una vez Luchy estaba en su escondrijo, abrió la mochila, y se dió cuenta de que llevaba el tebeo del fantasma de los ojos rojos.

-¡Oh! -dijo ella- ¿cómo he podido traerme este tebeo tan horrible? ¡no me he dado cuenta de que lo llevaba en la mochila?

Curiosamente, mientras sostenía el tebeo en sus manos, aparecieron dos ojos en la penumbra de la oscuridad nocturna de aquel bosque. Luchy gritó asustada, pero los ojos tan solo la miraban y no la atacaban. Luchy seguía asustada, pero dejó de gritar, y los ojos se acercaron a ella y tomó forma corpórea. Entonces habló

-Soy el fantasma de los ojos rojos, no voy a hacerte daño, niña humana
-¿Que quieres de mi? -dijo Luchy sin poder creerlo-
-Ese tebeo que tienes, no es un tebeo que cuenta historias inventadas,se trata de mi vida explicada por un humano que no entendió bien de qué iba el asunto, porque allí pone que soy un fantasma, cuando "el fantasma de los ojos rojos" es en realidad mi nombre de guerra. No soy un fantasma, sino un extraterrestre del planeta Chungalín. Soy un soldado extraterrestre que pretende capturar a un tirano galáctico, similar a Darth Vader, el personaje ese de las películas esas que haceis los terrícolas.
-¿Y cómo has llegado hasta mí?
-Tienes que ayudarme, de las monjas de tu colegio te da mucho miedo la hermana Mamerta, ¿verdad?
-¡Huy sí! Es horrible y se porta muy mal con los niños desde el año pasado. Y no sé por qué hace eso, antes era un encanto y jugaba mucho con los niños, y todos la queríamos mucho, pero se volvió mala.
-Eso es, querida terricola, porque el tirano al que busco abdujo con un platillo volante a la auténtica hermana Mamerta, y después tomó su aspecto para esconderse de mi comando de élite que pretende darle captura, pero ya hemos descubierto el truco. La auténtica hermana Mamerta está en una prisión del satélite Malrollanus, del tirano galáctico ase-62, quien es, precisamente, la falsa hermana Mamerta

Luchy estaba sencillamente alucinada

Además - proseguía el fantasma solemnemente - tengo que hablarte de tu amigo ...
A Luchy le parecía como que unas pisadas se acercaban, quebrando las hojas y ramitas del suelo.
tu amigo Gerardo no es más que ... - los pasos sonaban cada vez más cerca - ..uno de los hijos de aquel cuya ... entonces alguien apareción en el refugio, y el fantasma se desvaneció a medio hablar, como si solo hubiese sido otro mal sueño, sin dejar tras de sí más que la huella difuminada que queda en la retina cuando los ojos cambian su enfoque repentinamente. Gerardo estaba en la entrada, enfocando a Luchy con una linterna; aunque Luchy estaba deslumbrada, la silueta de Gerardo era inconfundible.
Gerardo: Luchy, ¿con quién estabas hablando?
Luchy estaba anodada, los últimos acontecimientos habían sido demasiado para ella, y de su boca no salía ni una palabra. Gerardo se le antojaba ahora alguien extramadamente sospechoso, no por lo que el fantasma estaba diciendo de su padre, sinó por aparecer tan oportunamente.
Gerardo: Luchy, ¿estás bien? ¿Qué te pasa?
La preocupación de Gerardo parecía sincera, pero Luchy tenía la boca seca y un nudo en la garganta. Unas lágrimas empezaron a aparecersele en los ojos, pero no tenía ganas de llorar, era simplemente consecuencia de la impresión.
Gerardo la miró a los ojos mostrando preocupación, intentando escrudiñar el interior de Luchy, pero esta permanecía impasible.

- Pero Luchy, ¿qué te ocurre?. ¡Háblame!- le preguntó Gerardo preocupado.
- Gerardo, ¿de verdad eres tú? - le respondió Luchy, que seguía estando muy intranquila-. ¡Un fantasma! ¡He visto un fantasma! ¡No!, no era un fantasma... ¡era un extraterrestre! El fantasma de los ojos rojos, el mismo que había visto en un cómic de terror, se me ha aparecido de repente y me ha dicho que es un extraterrestre, un soldado extraterrestre. Me ha dicho que la hermana Mamerta ha sido suplantada por un tirano galáctico. ¡Esto es una locura! ¡Y encima mis padres han vuelto para llevarme a la ciudad! ¡Y yo no quiero irme de aquí!

Gerardo escuchaba todo lo que le contaba Luchy con los ojos abiertos. Gerardo había salido esa noche de su casa perfectamente pertrechado. Con su camisa y pantalones cortos de color caqui, sus botas de senderismo, su pañuelo amarillo al cuello, su gorro de explorador y su mochila a la espalda, parecía un boy scout. Mientras escuchaba a Luchy se descolgó la mochila y la abrió. Con la luz de su linterna alumbró el interior de la mochila donde entre multitud de objetos podían distinguirse una brújula, una navaja suiza, el manual de los Jóvenes Castores, y demás útiles para la acampada.
- Aquí está- dijo Gerardo tras encontrar lo que buscaba. Introdujo su mano derecha dentro de la mochila y sacó una bolsa de plástico. Con un rápido movimiento y sin titubear, cubrió la cabeza de Luchy con la bolsa de plástico.
- ¡Ahhhhh! - gritó Luchy presa del pánico intentando quitarse la bolsa de la cabeza.
- ¡No, Luchy! ¡No te quites la bolsa! Tienes un ataque de ansiedad y en el manual viene que debes respirar el aire dentro de la bolsa para que te calmes. - le explicaba Gerardo mientras impedía que Luchy se quitara la bolsa de la cabeza.
Luchy, finalmente, se sacó la bolsa de la cabeza. Enojada, con la cara roja como un tomate, se encaró con Gerardo.
- ¡Tú estás tonto o qué! ¡Por poco me matas ahogándome con la bolsa!
- Perdoname, Luchy. Yo no quería hacerte daño. Yo soy tu amigo.

-Mi amigo Gerardo nunca intentaría ahogarme con una bolsa -dijo Luchy airada-
-Pero si yo no quería ahogarte, -se defendió Gerardo- sino tranquilizarte
-¡no me vengas con esas! Impedir la respiración de alguien es muy peligroso, y Gerardo nunca lo haría porque sabe que me puedo asfixiar. ¡Eres un extraterrestre que ha suplantado a Gerardo!

Aquel ser, al verse descubierto, sacó un aparato del bolsillo, y Luchy se asustó mucho, de tal modo que se fue corriendo. El falso Gerardo la perseguía hasta que el fantasma de los ojos rojos apareció repentinamente, se abalanzó contra él y lo inmovilizó.

-Ni se te ocurra llamar la atención, o será peor

Y después llamó a gritos a Luchy, quien se sintió tranquilizada al ver al falso gerardo con las manos esposadas a la espalda.

-Gracias, fantasma de los ojos rojos...¡ha intentado matarme ahogandome con una bolsa! Y luego ha sacado un aparato extraño. He pensado que era un arma y he tenido mucho miedo. ¿Sabes si el auténtico Gerardo está bien?
-No lo sé aún, pequeña. De momento vamos a interrogar a este malandrín, usando el suegro de la verdad.
-Querrás decir "el suero de la verdad". Veo que como eres un extraterrestre aún no dominas nuestro idioma. -rió Luchy-
-He dicho lo que quería decir, te presento a mi suegro.

Y entonces un platillo volante se posó allí mismo. Salió un extraterrestre con cuerpo de culturista y dijo:

-Hola yerno, a ver ese prisionero que hay que interrogar

El fantasma señaló al falso Gerardo y el suegro lo amenazó con una enorme vara.

-¿vas a decir la verdad por las buenas? -dijo en tono amenazador-

Y entonces Luchy comprendió por qué el fantasma había dicho "el suegro de la verdad"

- ¡No puedo revelar mi identidad! - gritó Gerardo mirando con terror la robusta vara del Suegro de la Verdad - ¡Pondría en peligro el continuo espacio-tiempo!
- Habla o te sacudo con mi vara, gañán - le amenazó el Suegro de la Verdad mientras sujetaba con su musculoso brazo la temible vara.

¡PUM!

Un disparo sonó súbitamente en medio de la noche. La cabeza del Suegro de la Verdad quedó reventada por el impacto del proyectil. El cuerpo musculoso del Suegro de la Verdad permanecía de pie y aún sostenía con su brazo la pesada vara como una contracción corporal macabra; pero de la base del grueso cuello que antes sostenía su imponente cabeza, ahora surgía una fuente de líquido que no era sangre, al menos no parecía la sangre roja humana, sino un líquido gelatinoso de color verde fluorescente.

Luchy, Gerardo y el fantasma de los ojos rojos miraban atónitos la truculenta escena mientras un blandiblub verde fluorescente salpicaba sus rostros. Permanecieron inmóviles, sin hablar, hasta que el ruído de unos pasos que se aproximaban les hizo dirigir sus miradas a la zona de donde provenía. La luz de la luna llena de esa noche de verano permitía distinguir las figuras que se acercaban. Lo primero que vieron fue el cañón humeante de una escopeta de caza en las manos del abuelo de Luchy.

- Donde pongo el ojo, pongo la bala - espetó el abuelo de Luchy mientras escupía al suelo.

- Abuelo, ¿de verdad eres tú? - preguntó Luchy con voz temblorosa.

El abuelo no respondió. Detrás de él, ocultas por las sombras de la noche, aparecieron otras dos figuras en silencio. Cuando la luz de la luna iluminó sus rostros, Luchy los reconoció al instante.

- ¡Papá! ¡Mamá! ¿Qué hacéis aquí? ¡Me dais miedo!

Los padres de Luchy no respondieron. Se quedaron inmóviles, observando con los ojos abiertos a Luchy y a sus dos acompañantes. Una sonrisa demoniaca se dibujaba en el rostro de los padres y el abuelo de Luchy.

- ¿A quién me cargo ahora? - preguntó el abuelo mientras apuntaba con su escopeta- ¿Al gordito sabelotodo? ¿Al fantasma con conjuntivitis? ¿O a mi querida nietecita que se ha escapado de casa?

Una voz chillona respondió a la pregunta. Un escalofrió recorrió el cuerpo de Luchy, no necesitaba la luz de la luna para saber quién había hablado. La voz era inconfundible, había llegado la hermana Mamerta.

- Elige tú mismo.

- Pero ¿a quién le estás llamando tú gordito? ¡¡Rana calva con reuma!!! ¿Tú sabes con quién estás hablando? - le replicó el falso Gerardo al abuelo.
- Sí, con el inútil que nos hizo recorrer media galaxia y mantener esta farsa estúpida, solo para conocer el secreto de la auténtica hermana Mamerta. Nos hubiera bastado con un buen estacazo y le habríamos sacado todo.
- Tiene razón - repilcó la falsa Mamerta - y además, yo ya estoy harto de hacer el ridículo con este traje.
- Aquí los únicos inútiles sois el abuelito cebolletas, y los vagos de los señoritos de Alcorcón - señalando Gerardo a los padres de Luchy -, que se han dedicado a pasear por este planeta y a disfrutar las fiestas de este sector como si estuviesen de vacaciones.
- Pero bueno - salta la falsa madre de Gerardo - ¿usted quién se ha creído que es? Si lo único que ha hecho durante este misión ha sido coleccionar el Don Miki y encargarnos que le buscáramos el "Manual de no se qué", el "manual de los jovenes nosecuantos", el ...

Luchy estaba alucinada: de repente, todos se habían empezado a tirar los trastos a la cabeza, excepto ella y el fantasma de los ojos rojos. Enseguida se dio cuenta de que el líquido viscoso que salía del cuello borboteante del suegro de la verdad, se estaba esparciendo por el suelo, y había llegado poco a poco a mojar los pies de todos los presentes. Ella se había apartado prudentemente, porque le daba bastante asco, y pensaba que quizás el suegro de la verdad tenía más poder que solamente la fuerza de su garrote. Parecía que todos habían empezado a decirse las cosas a la cara.
Misteriosamente el fantasma de los ojos rojos, no estaba afectado, y cuando Luchy miró más detenidamente sus zapatos, descubrió un jirón a la altura del tobillo. El fantasma de los ojos rojos andaba sobre zancos!!!!! Eso quería decir que también era un impostor!!!

¡¡¡Esto no hay quien lo aguante!!! - gritó Luchy.
Totalmente enajenada abrió su mochila, cogió el spray antimosquitos, la botella de alcohol para las heridas, el mini-camping gas, cerillas y un chicle. De algo le había servido tragarse con su abuelo todos los capitulos de Mc Guiver. En menos de un cri cri de grillo, Luchy amenazaba a todos con una bomba.
-¡¡¡Qué nadie mueva un pelo o armo la ecatombe!! - gritó con rabia.
El fantasma, alucinado por la agresividad de la niña, se retiró de su vera, lo que hizo que Luchy no dudara en encender una de las cerillas.
¡¡¡¡¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMM!!!!!!
Todos los pájaros del bosque salieron despavoridos por el estruendo. El líquido viscoso verde (sangre extraterrestre) exparcida por el suelo era flamable, el destrozo y el incendio arrasó en poco tiempo todo el area, nadie quedó vivo en 40 metros a la redonda. Nadie esperaba que en un abrir y cerrar de ojos, aquellos últimos días de verano iba a ocurrir tal acontecimiento. Que una niña vivaracha y repipi fuera a destruir toda una conspiración alienigena, tan solo con el deseo de no volver a su amargada vida en un convento.

FIN

[ase62]

Fantástica iniciativa Sadlymistaken . Añado unas pocas lineas más...

..., Luchy tiene un secreto que aún no ha contado a nadie: cuando sus padres vengan a por ella no la encontrarán. Durante las dos semanas que Luchy ha pasado en compañía de sus abuelos ha construído su propia cabaña en un claro del bosque que hay cerca del pantano. Allí se ocultará el tiempo que sea necesario para pasar desapercibida. La pequeña ha pensado en todos los detalles y no ha pasado por alto que durante su estancia en la cabaña necesitará saciar su hambre por lo que ha ido recolectado suficientes almendras y nueces para aguantar en su pequeño refugio durante unos días. El arroyo que baja de la montaña y pasa junto al claro le servirá para aplacar su sed...

Si no te gusta mucho pues lo borramos y que escriba otro otro texto. La historia creo que puede dar mucho juego
_________________
'Menos guasa "J-46" que ya sabemos que eres de Valladolid' (Los Invasores)

[Sadlymistaken]

[Jota 33]

Después de un duro día de recolección y planificación, Luchy llega a casa bastante más tarde que de costumbre, y la abuela la asalta a preguntas en cuanto la ve entrar por la cocina:

Abu: pero Luchy, pequeña endemoniada, ¿donde te has metido durante todo el día?

Luchy se asustó y notó como un sudor frío le recorría la espalda. Por un momento se quedó en blanco, pensando que los Abus sospecharían algo, y muy asustada respondió lo primero que se le ocurrió:

Luchy: es que me encontré con Diegito, y fuimos al pantano a bañarnos y jugar.

Abu: ¿Qué? Pero si a venido Gerardo a buscarte, y ha dicho que te buscó por todas partes y no te encontró ... Bueno, da lo mismo; limpiate rápido, que está Gerardo en el salón esperándote, y dice que tiene una sorpresa para ti...

[Pitufo Palomo]

Gerardo es uno de los mejores amigos de Luchy. Vive en el pueblo próximo a la casa de campo donde viven los abuelos de ella. Gerardo tiene la misma edad que Luchy, 10 años, y ambos son de estatura similar pero Gerardo está mas regordete, o como diría su madre, es de huesos anchos. A diferencia de Luchy, no le gusta mucho estar al aire libre y las flores por culpa de su alergia primaveral. A finales de verano, se encuentra más calmado de su alergia pero cuando respira por la nariz siempre suena algún moco que sube y baja.

Cuando Luchy entró en el salón se encontró a Gerardo con una sonrisa de oreja a oreja mientras le enseñaba con las manos un Don Miki. Su padre había vuelto hoy de la ciudad y le había comprado varios tebeos. A Gerardo le entusiasman los tebeos.

La abuela invitó a Gerardo a cenar junto a ellos y éste aceptó encantado. Tras la apetitosa cena, los dos niños se pusieron a leer juntos el Don Miki.
En un momento en que los abuelos no les miraban, Gerardo preguntó a Luchy:
- Luchy, ¿de verdad que te vas a esconder en el bosque para no ir al colegio con las monjas?
- ¿Cómo lo has sabido? - preguntó Luchy con cara de asombro - . No se lo he contado a nadie.
_________________
El Cuarto de los Ratones

El Cuarto de los Ratones 2 (Revistas)

[blindrulo]

Gerardo mostro una leve sonrisa en su boca como respuesta.

Gerardo: Puedes salir de casi sin que tus abuelos te vean?

Luchy: Creo que si. pero no has respondido a mi pregunta

Gerardo: A media noche te espero al otro lado del bosque junto al Viejo Arbol tienes que verlo.

Luchy: El Qué?

Gerardo: Si te lo digo no me creerias, tienes que verlo por ti misma. Y entonces sabrás como me he enterado.

Gerardo se fue y Luchy se quedó toda la tarde pensando en la misteriosa conversación de Gerardo. Qué quiere enseñarme? Qué es lo que quiere que vea? He recorrido el bosque de arriba a abajo y no he visto nada fuera de lo común.

Divagó toda la tarde sobre el asunto y aunque estaba casi segura de que no sería nada importante, la curiosidad venció la lucha y subió a su habitación para prepararlo todo y salir a hurtadillas después de cenar mientras el abuelo se entrenía limpiando y preparando la escopeta para la caza y la abuela se entrenía en la cocina.

Un saludo.

[Jota 33]

Cuando se sentó en su cama, Luchy se dio cuenta de que tenía uno de los tebeos de Gerardo entre las manos. "Qué raro", pensó, "no me di cuenta de que me había subido este número". (Luchy llamaba "números" a todos los tebeos; la verdad es que era muy buena en matemáticas).
Era uno de esos tebeos para gente mayor, en blanco y negro y con dibujos muy feos. A Luchy le parecía muy raro que los padres de Gerardo le compraran estas cosas, pero ya estaba acostumbrada: los padres de Gerardo eran muy siniestros, y nunca hablaban con ella, ni la invitaban a comer ni nada, como hacen normalmente los padres de otros niños.
Luchy estaba un poco atemorizada porque su abuela viese el tebeo, pues estaba segura de que no lo aprobaría. Le echó un vistazo a la portada, muy segura de que no lo iba a leer, y ya mirando por la habitación un sitio para esconderlo: "El fantasma de los ojos rojos" rezaba la portada, y se veía una figura sombría, de la que destacaban unos ojos rojos brillantes. En primer plano se veía también un niño corriendo asustado, con los ojos mirando de reojo a la terrible figura.
Antes de darse cuenta, Luchy estaba leyendo el horrible tebeo, aunque leer no es la mejor expresión, ya que no entendía ninguna de las frases que leía. Simplemente miraba los dibujos, y leía las palabras que aparecían en los recuadritos (este tebeo no tenía bocadillos, como los tebeos que a ella le gustaban).
Pasó la primera página, y se veía al niño corriendo por los callejones de una ciudad, de noche. En el último cuadrito, el niño tropezaba y caía en un charco, manchándose las manos, el pantalón y la cara: parecía como si estuviese llorando. De repente pareció como si una sombra pasara por delante de la ventana de la habitación, y Luchy se sobresaltó asustada, dando un pequeño grito ahogado.
Entonces abrió los ojos y se dio cuenta de que se había dormido. El tebeo aún estaba en su mano, sin abrir, y las cortinas de la ventana estaban corridas, por lo que nada se podía ver a través de ellas.
Al instante, Luchy miró el reloj despertador que tiene en la cómoda, y vió que ya eran las doce y media. Si salía ahora de casa, llegaría muy tarde a su cita con Gerardo, y seguramente él ya no estaría. Además, llegaría terriblemente tarde a casa.

[Sadlymistaken]

¿no os parece que está quedando chulo? ¡¡A mi me encanta!!! jajaja

[Jota 33]

Yo estoy impaciente por que alguien responda, para poder continuar

[ase62]

De pronto Luchy comenzó a escuchar la voz de una pareja de adultos que le resultaba tremendamente familiar. La conversación se escuchaba cada vez más cerca. No tardó en identificar su tono. Sin lugar a dudas se trataba de sus padres, que acababan de llegar de la ciudad para buscarla.

Tan pronto Luchy escuchó el timbre de la puerta saltó de la cama y se acercó a la ventana de la habitación. Trató de abrirla con todas sus fuerzas. Cuando la ventana estaba suficientemente abierta cogió su mochila y, después de otear a ambos lados de la ventana para asegurarse de que nadie la veía salir de allí, dió un salto y echó a correr en dirección al bosque hacia su pequeño refugio. Ya no tenía tiempo para llegar a su cita con Gerardo...
_________________
'Menos guasa "J-46" que ya sabemos que eres de Valladolid' (Los Invasores)

[Sadlymistaken]

Ya no tenía tiempo para llegar a su cita con Gerardo... asi que lo mejor sería escabullirse para no ser vista corriendo campo a través, pues trotar por el camino que dirigía al bosque podría resultar en un encontronazo con alguien, y no quería que la pillaran. Pronto Luchy consiguió un buen ritmo, cada vez más lejos, ya nadie podría verla. Para sus adentros no paraba de pensar en qué había podido pasar, hablaba consigo misma:

- ¡¡Pero que hacen aquí mis padres tan pronto!! ¡¡Qué fastidio!! ¡¡He tenido que salir corriendo con estas ropas!! ¡¡Y sin haber tomado más pilas para la linterna!! ¡¡Ha debido de pasar algo!! ¡¡Seguro que la remilgada de mi madre, me ha inscrito a un curso aburrido de los suyos y por eso me han venido a buscar antes!! ¡¡Curso de piano, de arpa o peor aún de flauta esperpéntica!! ¡¡Ni loca vuelvo!! ¡¡No!! ¡¡Tengo que llegar a mi escondrijo lo antes posible!! ¡¡Allí estaré tranquila!!

Pasado el campo de flores, comenzaba el soto bosque. Luchy deceleró, ya se sentía más segura. Con la gris luz que alumbraba la luna, no necesitaba de momento la linterna. Sofocada de tanto correr, inspiraba e expiraba muy profundamente aun faltándole aire. Sentía sus mejillas ardiendo, y sus pulsaciones a mil.

- ¡¡Y ese Gerardo!! ¿Quién rábanos se habrá chivado de mis intenciones? ¿Qué querría mostrarme? ¿Y por qué por la noche? Ese chico es muy intrigante. Aunque para intrigante ese sueño que he tenido. ¡¡Pero quien me manda a mí leer ese tipo de tebeos!! ¡¡Si a mi lo que me gusta es desternillarme con tebeos de risa!! En cuanto le vea mañana, se va a enterar. ¿Querría presentarme a quien se lo contó? ¿Por la noche? No, no, no. No tiene sentido. Seguramente sería otro chico del pueblo, y juntos querían pegarme un buen susto escondíéndose con alguna careta o con algún animal... Deben haberme estado espiando toda la semana, y los muy cotillas se han enterado de todo.

Luchy, que andaba por inercia, pues se sabía el camino a su escondrijo a la perfección, no se percató de que ya había llegado a la altura del comienzo de los árboles grandes. Abetos, castaños y muchísimos arbustos a su alrededor opacaban la luz de la luna. Envuelta en la oscuridad seguía caminando pensando en si había podido olvidar meter algo más en su mochila...

------------------

Chicos, me parece bien que participéis, y deis giros insospechados y tal, pero leer los parrafos anteriores con más detalle. Lo de la cita de Gerardo ha quedado un poco raro.

Continuamos.
Muchas gracias.

[Jota 33]

Nueces, avellanas, chocolate, y todas las galletitas saladas que pudo sisar sin que la abuela se diese cuenta. Seguro que tengo todas esas proteínas de las que mami siempre habla: proteína esto, proteína lo otro, hay que comer mucha proteína porque blablablalbla, ...buf, qué pesada!!! A ver, la linterna, un pequeño cazo por si quería calentar agua, y ese librito de Supervivencia en el Bosque, que el abu guardaba en la biblioteca. Cuando vio el libro en la biblioteca, pensó que teniendo ese libro, no habría problema para sobrevivir en el bosque: se imaginaba que sería como una aventura, todo el día siguiendo rastros y encontrando plantas maravillosas que hacían la vida más fácil. Se imaginaba que tendría animales como amigos, que le avisarían cuando se acercaba el peligro, o donde encontrar comida, y además, si le picaba algún bicho o algo, en el libro encontraría el remedio para curarse ella sola, sin tener que tomar pastillas y estar todo el día en cama. Con este libro no tendría ningún problema, pensaba Luchy, y la vida será mucho más fácil y divertida.

[Goe]

Una vez Luchy estaba en su escondrijo, abrió la mochila, y se dió cuenta de que llevaba el tebeo del fantasma de los ojos rojos.

-¡Oh! -dijo ella- ¿cómo he podido traerme este tebeo tan horrible? ¡no me he dado cuenta de que lo llevaba en la mochila?

Curiosamente, mientras sostenía el tebeo en sus manos, aparecieron dos ojos en la penumbra de la oscuridad nocturna de aquel bosque. Luchy gritó asustada, pero los ojos tan solo la miraban y no la atacaban. Luchy seguía asustada, pero dejó de gritar, y los ojos se acercaron a ella y tomó forma corpórea. Entonces hablo

-Soy el fantasma de los ojos rojos, no voy a hacerte daño, niña humana
-¿Que quieres de mi? -dijo Luchy sin poder creerlo-
-Ese tebeo que tienes, no es un tebeo que cuenta historias inventadas,se trata de mi vida explicada por un humano que no entendió bien de qué iba el asunto, porque allí pone que soy un fantasma, cuando "el fantasma de los ojos rojos" es en realidad mi nombre de guerra. No soy un fantasma, sino un extraterrestre del planeta Chungalín. Soy un soldado extraterrestre que pretende capturar a un tirano galáctico, similar a Darth Vader, el personaje ese de las películas esas que haceis los terrícolas.
-¿Y cómo has llegado hasta mí?
-Tienes que ayudarme, de las monjas de tu colegio te da mucho miedo la hermana Mamerta, ¿verdad?
-¡Huy sí! Es horrible y se porta muy mal con los niños desde el año pasado. Y no sé por qué hace eso, antes era un encanto y jugaba mucho con los niños, y todos la queríamos mucho, pero se volvió mala.
-Eso es, querida terricola, porque el tirano al que busco abdujo con un platillo volante a la auténtica hermana Mamerta, y después tomó su aspecto para esconderse de mi comando de élite que pretende darle captura, pero ya hemos descubierto el truco. La auténtica hermana Mamerta está en una prisión el satélite Malrollanus, del tirano galáctico ase-62, quien es, precisamente, la falsa hermana Mamerta

Luchy estaba sencillamente alucinada
_________________
Vamos Ebisumaru!!!

[Sadlymistaken]

[ase62]