El foro de la T.I.A.

[ComisarioGordon]

Conocí las aventuras de Spirou y Fantasio a través de una miscelánea de álbumes de distintos autores, que pude leer en la biblioteca pública durante mi preadolescencia. Ahora, al igual que he hecho con otras series franco-belgas que leía en aquella época, me he decidido a hacer la colección, comenzando por la etapa de Franquin que editó hace unos años Planeta (sí, esa que prescindió del color en la edición).
Leyendo álbumes que no conocía, me he tropezado con "El viajero del mesozoico", una historia sobre un huevo de dinosaurio congelado, hallado por el conde de Champignac, que eclosiona y da lugar a una serie de catastróficas consecuencias.
Bien sabemos que en el mundo del cómic la violencia está a la orden del día y que Mortadelo y Filemón sufren una media de veinte accidentes por día. Pero tras la consabida persecución aparecen indemnes y listos para otro plan absurdo.
En el caso del álbum de Franquin, el dinosaurio que copa gran parte de las viñetas de la historia, por su tamaño, se zampa a un científico, un tal Sprtschk. Y fin de la historia de este personaje. No hay más situaciones cómicas, el tipo es engullido (por error, ya que el dinosaurio es herbívoro)como pasaba con algunos de los personajes de "Jurassic Park".
Pero más interesante es el trasfondo. Este científico, además de aparecer caracterizado como antipático y asocial, es una persona que está haciendo cálculos constantemente para completar el proyecto de una superbomba de hidrógeno. De hecho lo consigue un instante antes de ser engullido por el dinosaurio y parece alegrarse de la desgracia que iba a traer su fórmula. El resto de científicos, con Champignac a la cabeza, se lamenta del desgraciado incidente en un primer momento. Pero cuando el conde menciona el proyecto en el que estaba trabajando, la sorpresa da lugar a algo de sosiego y a algunas sonrisas cómplices. Me ha parecido un gag algo inquietante para un cómic destinado a un público infantil. Aunque supongo que hay que verlo en su contexto, en el pánico nuclear propagado durante la Guerra Fría.
Lo que es seguro es que ya no soy capaz de leer los cómics con la candidez de la época en la que los cogía prestados en la biblioteca.

[Zorro Aullador]

A veces uno se constipa y se pasa el dia entero con el pañuelo pegado a la nariz, por lo que acaba uno por identificarse con Fantasio que, al final de ese álbum pregunta con cara de estar superacatarrado, constipado, etc. que qué había pasado con qué dinosaurio.

El gag merece ser recordado cuanto menos... siempre hay algo raro que le pasa a Fantasio en todos esos álbumes a lo largo de las historias y en este caso tocó estar presente pero no enterarse de nada precisamente por su constipado. XD
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Zorro que duerme de día, anoche estuvo de cacería. Y con tebeos en las zarpas, jejeje.

[El hombre de negro]

Yo no lo veo tan terrible. El doctor Esplik (Sprtschk es impronunciable) muere de una muerte natural. Los otros científicos lo lamentan, pero a mi entender se alegran de que sus proyectos no fueran a ser llevados nunca a cabo.

No hay un asesinato, no se causa su muerte ni hay alegría (de primeras se entristecen) en ella: nada que pueda ser censurable - en mi opinión - para un niño.
Ahora bien, ¿no es políticamente correcto hacer eso en un tebeo para niños? Como tú dices es otra época. En aquella época podría haber habido censura (en los extras de Tillieux se dice que la había, pero no sitúo el año de la aventura) y haberla pasado. Hoy en día no hay censura pero la opinión de "los críticos" (¿alguien tiene una lista?) habría hundido el tebeo.
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¡Vamos, equipo local!

[magin]

El gag me pareció inquietante siempre... pero es lo que hay: si uno no quiere que lo maltraten en las historietas de Spirou y Fantasio, que no fabrique armas.

De hecho, esa historieta tiene de interesante que los científicos y la ciencia ya no son algo simplemente positivo, optimista, que trae progreso y acaba con la viruela. Entre ellos, los hay que han colaborado y colaboran con alegría y locura con las fuerzas del mal: con el mundo del armamento y del terror organizado, y más organizado que el de las armas atómicas, no hay ningún otro.

Se rompe con la idea de Julio Verne y que se había implantado como popular, incluso hasta hoy en día cuando cualquier producto de consumo aparece señalado con supuestos estudios e institutos técnicos científicos y sanitarios (que uno se huele que son organizaciones registradas por las mismas empresas transnacionales que hacen yogures o lo que sea).

Luego está el apartado comercial: aparece un animal nuevo e instantáneamente hay una nueva fiera: el empresario que caza con talonario de chequs y que quiere hacer hamburguesas a tanto el kilo. Y tampoco está tan alejado de la realidad. Sabemos que hay empresas (o incluso organizaciones mafiosas protegidas por Estados) que se han ido a la India o al Amazonas y les han robado sus productos naturales, los han patentado y les han prohibido su uso libre y gratuito a los habitante, de iure o a veces de facto. Un ejemplo que me viene a la cabeza, aunque un poco distinto: Nestlé alimentando a recién nacidos con sus preparados lácticos para que aborrecieran la leche materna en hospitales sudamericanos durante los años 90.

O Coca-Cola apropiándose de mala manera de todas las fuentes de agua natural del mundo... mientras despide a cientos o miles de trabajadores en España teniendo beneficios.

Es una historia que, en otro contexto, sin pintar y con un dibujo más feo (y eso que aún es de la época no clásica de los personajes) y sin título de "serie abierta", podría ser considerada una novela gráfica.


Luego hay un elemento que algunas pocas veces he podido ver en películas o ficción en general entre los años 50 y 70, y que en Spirou volveremos a ver en Judías por Doquier (Fournier): el protagonista no es uno o dos individuos sino que participa la sociedad o un amplio grupo de actores que dan su opinión o inciden sobre el mismo tema. Por ejemplo, el final de la historia, cuando el dinosaurio llega a aquel monte alejado que es desgajado. Eso es fácil teniendo a un actor coral tan estupendo como el pueblo de Champignac-en-Cambreusse pero pocos autores son capaces de manejar algo así (Tome+Janry también lo supieron hacer).

El ejemplo que siempre me viene a la cabeza sobre historia coral sin protagonista claro (menos que en este caso) es una peli inglesa de extraterrestres-intraterrestres-insectos: "Pero, ¿qué pasó entonces?" creo que se llama.

Creo que es reflejo de una época en la cual el individuo queda inmerso en las organizaciones: Estados y sus instituciones (crecimiento de la Administración Pública), empresas, laboratorios que no es Marie Curie o Galilego haciendo experimentos (y ya mucho Edison pero ese tipo no estaba aislado sino que tenía una gran empresa que investigaba para él y un grupo de leguleyos abogados que trabajaban contra los científicos ajenos a su empresa), sindicatos, partidos, la era de las organizaciones de masas, clubs deportivos de masas (no sólo fútbol)....

Y nunca ha vuelto a aparecer el dinosaurio...
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>3000 maginotecas. Pues a mí sí me gustan.

... y aún diré más, queridos amigos.. ¡el mar entero estaba lleno de gatos y tontos que tiraban al agua descodificadores de canal+, enchufados a una paellera

[ComisarioGordon]

Esa idea del progreso ininterrumpido a través del avance de la ciencia, heredada desde la época de los ilustrados, parece caricaturizarse de algún modo en esta historia ("El sueño de la Razón produce monstruos"). Y no me extraña en una generación que contempló tan de cerca las consecuencias del átomo. El interés que el grupo de hombres de ciencia muestra alrededor del dinosaurio llega casi a lo enfermizo, y no desisten de experimentar hasta que ven que no pueden controlar al gigantesco animal.

Por cierto, el conde de Champignac siempre me ha parecido, desde su primera aparición ("Hay un brujo en Champignac"), un personaje que pone sus intereses científicos por delante de los principios éticos, por mucho que lo disimule con sus buenos modales y su porte nobiliario. Nunca se sabe distinguir si manifiesta una verdadera amistad hacia Spirou y Fantasio, o sólo los utiliza como conejillos de indias o para resolver cuestiones logísticas de sus experimentos. La línea entre venerable sabio y científico loco no es siempre fácil de distinguir en don Pacomio.

[Raul1981]

[miski]

[El hombre de negro]

[ComisarioGordon]

[Raul1981]

[magin]

[Raul1981]

[magin]

[miski]

[Raul1981]