El foro de la T.I.A.

[Hediondo]

[Chespirot]

Otra serie mítica que respondía a ese esquema era la mexicana El Chavo del ocho, en la que la situación era similar:
El Chavo (Sacarino) hacía la trastada y siempre parecía que Don Ramón (el Dire) era el culpable, por lo que era castigado por Doña Florinda (el Presi).
Respecto al Sheriff Lobo, no me acuerdo de ella para nada...Solo me suena porque la ha mencionado Homer Simpson en algún capítulo.
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[Pitufo Palomo]

Yo también recuerdo la serie del Sheriff Lobo. Creo que la emitían los domingos por la tarde, ¿en la segunda cadena podría ser?. Era graciosa, por eso me sorprende saber que en EEUU no guardan buen recuerdo de ella, está en la lista de las peores series de la TV:

[Chespirot]

Pues sería muy mala, pero Homer Simpson bien que gritaba en sueños: ¡Lobo, lobo, que vuelva el Sheriff Lobo!
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[magin]

Era una serie de risa de las que duran media hora.

En TVE la dieron en diferentes días. Que yo recuerde: el domingo, luego los miércoles y creo que al final los lunes. Hacia las 20h, que para mí ya era una hora tardía. La tengo asociada a época de primavera... no sé si porque cuando yo la veía era de día a las ocho de la tarde o qué.

La serie tenía como protagonista al sheriff Lobo, que no sé si se llamaba así o no. Era un tipo achaparrado. Luego me enteré de que había hecho una serie anterior ¿sobre camineros? Y en Se Ha Escrito un Crimen hizo de vecino y [AVISO DE DESTRIPE]asesino[/AVISO DE DESTRIPE], según me parece.

Tenía dos ayudantes: uno que creo que era un hombre gordinflón y un chaval que iba de guaperas rubiales.

Estaban en el típico pueblo del "oeste moderno" donde ir a dos mil por hora está bien visto, así como destrozar coches, gasolineras y lo que se tercie.

Diría que tenían una cierta manía por poner chicas en bikini o similar sin más papel, pero claro que la comparación con décadas de series españolas, se sospecha que dejaría la versión estadounidense en algo anecdótico e incluso socialmente avanzado y progresista en su escasa utilización del cuerpo femenino como algo meramente comercial.

Creo que una temporada la pasaron en Nueva York o en Nueva Nueva York (por quince), un lugar con rascacielos. Creo que ahí daban la sensación de ser más eficaces.

Si decís que en Estados Unidos no tuvo éxito, eso explica por qué nunca jamás la han repuesto en España, donde sólo se ejecuta aquello que obliguen desde la superior instancia, que nunca es el público español sino los datos mercadotécnicos estadounidenses.

Era un serie entretenida. El inicio o el final (las letras) las recuerdo apoteósicas. Y la música resuena.

http://www.youtube.com/watch?v=dwyy-sSgAiU

Una mezcla entre Mortadelo, Filemón y el Super... y Sacarino, el Dire y el Presi... la tríada ibérica, que dirían los truenófilos.
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>3000 maginotecas. Pues a mí sí me gustan.

... y aún diré más, queridos amigos.. ¡el mar entero estaba lleno de gatos y tontos que tiraban al agua descodificadores de canal+, enchufados a una paellera

[Señor Ogro]

¡Cuántas décadas sin escuchar la sintonía del Sheriff Lobo! No guardo muchos recuerdos de esa serie, supongo que la vi alguna vez pero no me entusiasmaba. Sin embargo, al oír la música se ha encendido algo en el fondo de mi cerebro, en el cajón de los recuerdos antiguos.
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¿Otra vez esos galopines en mi jardín? ¡Por cien mil vacas marinas! ¡Os voy a hacer trocitos a la cazuela!

[jairopuelles]

El Botones Sacarino es un personaje muy especial para mí y para muchos.¡Que cumplas muchos más!

[jairopuelles]

Por cierto, me sorprende bastante que en el primer comic de Sacarino, el presidente (llamado director en ese comic) tratase de usted al protagonista, y en los comics mas "modernos", no.¿No se dieron cuenta ustedes?

[Señor Ogro]

Han cambiado mucho las formas en las últimas décadas. Cuando iba al colegio, no sólo hablábamos a los profesores de usted y con el nombre precedido por "don" o "señorita" (ni se nos habría ocurrido tutearles como es hoy habitual), sino que la mayoría de los profesores también hablaban de usted a los alumnos, además de dirigirse a nosotros por nuestro apellido. Esto último estaba tan extendido que incluso los compañeros de clase nos llamábamos unos a otros por nuestro apellido. Cuando se lo cuento a mis hijos les cuesta creérselo.

Igual que un profesor hablaba de usted a un alumno, lo correcto era que el director de una empresa hablase de usted al botones, si es que tenía que dirigirse a él por algún motivo. El tuteo, en este caso, podría haberse interpretado como una muestra de clasismo, puesto que la reciprocidad resultaba impensable.
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¿Otra vez esos galopines en mi jardín? ¡Por cien mil vacas marinas! ¡Os voy a hacer trocitos a la cazuela!

[jairopuelles]