Próximo Viernes, día 25
© Claudio Buenafuente

Aquí! -->

Considero que hay varios mitos que merecen ser derruidos. En primer lugar, el cielo no está arriba, sobre la Tierra -entre otras cosas porque es imposible traspasar la capa de ozono-, sino que es un lugar rodante. A lo largo de la historia, ha fijado su residencia en sitios tan dispares como Creta, Nueva Orleáns o el mismísimo píloro del escritor Charles Dickens. Sus discretas y plegables proporciones facilitan sobremanera su instalación y sus precipitadas mudanzas cuando las cosas se ponen feas (aunque la Iglesia se niegue a reconocerlo, Dios y su "paraíso" siempre han estado al margen de la legalidad).

La siguiente entelequia que merece la pena esclarecer es la obsesiva fijación de ciertos artistas por retratar el cielo como un lugar habitado únicamente por profesionales del cuerpo de bomberos. Si bien es cierto que su decoración recuerda a la de ciertas películas que han mostrado ese universo singular, como Llamaradas o American Beauty, relacionar la divinidad con cascos y mangueras es una idea que quedó bien enterrada en la Edad Media. Con todo, debo reconocer que es cierta la historia de la afición de nuestro Señor a escuchar el sonido de las sirenas a todas horas, con el único fin de recordarle un error que cometió tiempo atrás y que no está dispuesto a volver a repetir. Esta equivocación tuvo lugar cuando confió en que Noé introduciría en el arca a una pareja de sirenas y su anciano súbdito, bienintencionado pero decididamente torpe, confundiría a estos seres con los aparatos situados en las ambulancias, acabando con una de las especies favoritas del Creador.

Dispuesto a arrojar luz sobre todos estos asuntos, decidí hacerme el muerto en una piscina, por lo que pude ir a investigar el cielo. Iba vestido de smóking en el momento de mi "muerte". El lugar tenía una entrada y un gorila en la puerta.

-Buenas tardes. Soy Claudio Buenafuente,. supongo que usted debe de ser San Pedro, ¿me equivoco?

No me equivocaba. Pero no se trataba de San Pedro el Apóstol, personaje de la tradición judeocristiana famoso por conseguir alojar a un grupo de refugiados de Austwichtz en su ombligo durante dieciocho meses, ni de José Luis Sampedro, como había pensado yo, sino del poeta paralítico y suicida Ramón Sampedro. Tuvimos una breve conversación, al verme bien vestido decidió dejarme pasar.

Más tarde, descubriría que la labor de Sampedro era impedir que entraran al paraíso todos aquellos que no estuvieran bien vestidos. De ahí que lo que hace que vayamos al cielo o al infierno no tiene que ver con nuestro comportamiento, sino con la ropa que llevemos puesta en el momento de nuestra muerte. Del mismo modo, los que mueren siendo menores de dieciocho años tienen prohibida la entrada, así como los que fallezcan sin tener a mano el DNI. Pronto descubrí que el cielo es lo más parecido a una discoteca de barrio. Nada más entrar me sorprendió lo distendido del ambiente. Una canción de New Order sonaba en los altavoces taladrando mis tímpanos. Me llamó la atención un cartel escrito a mano y colocado con cinta adhesiva sobre la superficie de una columna:

PRÓXIMO VIERNES DÍA VEINTICINCO

Proyección de la película El rector, único film dirigido por Dios y protagonizado por James Belushi. Posteriormente conectaremos durante cinco horas con la Tierra, para espiar momentos de la vida del protagonista del filme (por lo visto, esta misma noche tiene una cita con la cantante Billie Holliday. Será especialmente divertido cuando descubra que no está viva).

Hora: 22:00 de la noche. Se sancionará el uso de calzado deportivo.

Sin más dilación decidí ir al encuentro de Dios. Su despacho era más grande que el resto del cielo. El sonido de las sirenas era constante y estridente.

- Perdona por el ruido, pero un hombre no debe olvidar su pasado.

Dios había adoptado la apariencia de Raul Julia en la película Street Fighter.

- Estoy informado de tus últimas andanzas, Claudio. Has sido un buen hombre, qué duda cabe. No has practicado ningún deporte, cosa que te honra.

Comenzó a caminar hacia mí, arrastrando una enorme capa. Quise comprobar si su capa brillaba en la oscuridad, pero cerré los ojos y no vi absolutamente nada.

Al abrirlos, comprobé que el Creador había desplegado una pantalla sobre la pared que estaba enfrente de mí, donde me mostraba diferentes diapositivas. Una de las imágenes era un primer plano de una persona que me resultaba cercana.

- Este es mi primogénito, Jesucristo. Un pelanas. Ahora anda por la tierra con esa estúpida obsesión de convertirse en cantante. Menos mal que pude tergiversar a tiempo su historia original, regalándole un magnífico final de redención con muerte en la cruz y todo, que no se merecía. Yo le he dicho mil veces que vuelva a casa, que se ponga a trabajar en el negocio, pero él, a su bola.

La siguiente diapositiva revelaba el rostro cansado de un hombre bien diferente.

- Éste es mi segundo hijo, el hermano de Jesús: Ángel Cristo. Le dije que lo dejaba en la tierra para que domara a las fieras, refiriéndome a los seres humanos, pero el pobre diablo lo entendió todo al revés.

Dios dio paso a la siguiente imagen. Era un ordenador.

- Mi tercer hijo, engendrado del vientre de la virgen María Abradelo. Lo llamé Google Cristo. El cabrón está forrado. Ha montado una página de web en la que usa los poderes familiares para suministrar información a todo el mundo. Y todo lo empezó con un portal, como su hermano mayor. Y bueno, de mi única hija, de ésa sí que no quiero ni hablar. ¿Crees que se puede ser más cómoda?

El Creador señaló a una mesa vacía y luego continuó con sus proyecciones.

La siguiente imagen me revolvió por dentro. Era una foto mía.

- Y éste eres tú, amigo Claudio. No, tranquilo, no te voy a decir que seas hijo mío, aunque quién sabe a estas alturas. Pero lo que sí eres es un hombre con una misión.

- ¡Ajá! ¡Roland Joffe!

- No, yo santo, por favor. ¿Acaso crees que no sé que estás aquí porque has fingido estar muerto? Yo he permitido que llegaras hasta aquí porque eres la única persona capaz de ayudarme para meter a mis hijos en vereda.

No entendía absolutamente nada. Como estaba cansado y no veía ninguna silla, me senté en el suelo del despacho, forrado con una acogedora moqueta de color azul.

- No es momento para eso, amigo. Has de volver a la tierra y ayudarme. Yo te acompañaría gustoso, pero tengo mucho trabajo por aquí. Hoy vienen unos hombres que van a pintar todo el local de azul, que es el nuevo color de la empresa. Para colmo, las cuentas no cuadran y se nos ha colado un loco que se hace llamar Juan Pablo II, como si se tratara de una secuela, y que va diciendo por ahí que es mi profeta. Y encima, dentro de unos días tenemos inspección y seguramente tendremos que salir por piernas de aquí. Esto es un infierno, querido amigo.

Sabía entender cuando alguien me estaba insinuando que me fuera. Así que abandoné el despacho no si antes decir adiós.

- A mí mismo -respondió el jefe entre los jefes-. Y No lo olvides, ayúdame con mis hijos y juntos acabaremos con ese malnacido de Marte. No vea como se pone por dejar las bolsas de basura en el portal.

No le contesté. No me agradaba su compañía.

Claudio Buenafuente Merín


Comentarios
Fresus
Fri, 17 March 2006, 01:43:48 am

joajoajoajoa HE MUERTO INCREIBLEMENTE. es largo , largo pero merece la pena y la ilustración del señor muñoz deliciosa. excepto por la hora chanante. como la odio.

Walkover
Fri, 17 March 2006, 03:29:57 pm

estoy de acuerdo en lo de la hora chanante. No se que tiene eso de gracioso. en cuanto al texto esta genial. Tiene algunos puntos muy buenos.

PV
Sat, 18 March 2006, 01:28:50 am

merece la pena leerlo, sin duda. "No has practicado ningún deporte, cosa que te honra." Y la ilustracion muy bien

magin
Wed, 22 March 2006, 01:21:28 pm

Me quedo con la primera idea. Ya sé que Claudio Buenafuente no sólo no existe sino que tampoco lee los comentarios pero ello no obsta para que comentaristas como magin diga lo que opina: SI LA CAPA DE OZONO NO SE PUEDE ATRAVESAR, ESTAMOS SALVADOS ANTE LA LLEGADA DEL INNOMBRABLE, vulgo Marte.

Y con eso me pregunto: ¿vale la pena que se nos siga diciendo que hemos de resistir a una amenaza que no lo es? Reflexionen. Luego reflexionen (10, descanso, 10, descanso) y luego se quitan las zapatillas y las huelen.

magin
Wed, 22 March 2006, 01:26:09 pm

Me quedo con una ida muy importante.
Ya sabemos que Claudio Buenafuente no sólo no existe, cosa aceptable (magin mismo no existe) sino que tampoco lee estos comentarios. Sin embargo, un comentarista como magin se ve en el deber de comentar algo importante: Si la CAPA de OZONO NO SE PUEDE TRASPASAR, EL INNOMBRABLE, VULGO MARTE, NO SUPONE AMENAZA NINGUNA PARA LOS TERRÁQUEOS. Así pues, ¿a qué juega Claudio Buenafuente implantando el terror entre la población de este nuestro planeta?

Flexionen (10, descanso, 10, descanso, 10, descanso), reflexionen; luego, quítense las zapatillas o bambas y huelánlas.

magin
Wed, 22 March 2006, 01:26:37 pm

Me quedo con... ay, no que esto ya lo he escrito antes.

flipa
Wed, 22 March 2006, 06:48:15 pm

el rector jajoajoajajoajoajoajo


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